A las siete y media de la tarde, un primero de julio, con ilusión por conocer La Mancha, la tierra del Quijote... de Nobles Caballeros, de Gigantes en el horizonte, Erika y Ariadne me mostraban la mejor de sus sonrisas y afectos. Gracias por compartir conmigo y tu familia, estas fotografías tan dulces y simpáticas, en una tarde de verano.
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